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sábado, marzo 26, 2011

DIA 9

Covas de Vinròma.
Iglesia de San Miguel, pueblo, Alcalá de Xivert.

      (Eso que ha escrito la Mercedes es de ayer.  ¡A ver si se pone al día!)

    Ángela, Xavi  y yo hemos cogido el bus esta mañana hacia Peñiscola.
    Ángela y Xavi han ido a preguntar dónde estaba la parada a la oficina de turismo de la Plaza del soso.   Y era allí mismo, allííí…

   Casi una hora de bus porque en Peñiscola había mercadillo y ha dado mucha vuelta e iba muy despacito.   El bus olía a hierbabuena, de la que llevaba una mujer magrebina.   También habían muchas africanas que se han bajado en la playa, con si sillita plegable y sus postes de tipos de trenzado que podían hacer.
       
     Hemos bajado del bus en el mismísimo castillo de Papa Luna.  Subimos escaleras y cuestas.   Un guía explicaba lo de la tortura gota a gota hasta que el preso confesaba, o moría, y nos ha enseñado una prisión de esas que son un agujero enrejado en el suelo, donde la gente tiraba monedas pidiendo deseos y donde inexplicablemente también, ahora hacían que los peques se despidieran del chupe.
    





                                                                   PEÑISCOLA



     Hemos visto mucha cosa templaria y un mar precioso alrededor del castillo y el FARO!
       
    Al salir hemos curioseado las tiendecillas de alrededor y hemos entrado al Museo del Mar, chiquitín y mono, con un acuario pequeñajo que da mucho de sí y donde nos hemos quedado pillados un rato.
       
      Bus a Benicarló, más vacío y rápido que a la ida y comemos unas croquetas de queso que estaban de “muelte”.   Durante la sobremesa hemos hablado de la vida, de nuestro futuro y de todo lo demás.

     Caminito soleado hasta casa y cada uno a su bola:  Xavi Wii, Ángela pekePV y Pepi pisciniki.   A jugar!
       
     (Ah! Hemos comprado minicocodrilos flotantes y un cinturón para el Xavi, para que pueda librar las manos cuando camina)
       
     ÁNGELA: Dice que Silvia vendrá el jueves.   Propongo: playa, pisci, Vinaros, Peñis, Bló, Pub a la nit…
       
     SOUVENIRS:  Hemos comprado dulces de Luna, un pajarito de barro de eso que pian si soplas y tienen agua en la pancha, para el yayo, Xavi una espada tamplaria con su funda y un recipiente para su queso parmesano en polvo, y Ángela y yo, pulseras para el tobillo (made in KEKA)
       
      Continuo, sé que esto es de ayer, pero es que estaba muy cansada y no tenía ganas, y como monopolizaron el diario…
       
      Pues bien, por la mañana tuvimos paseo playero y después fuimos a comer todos a la Bodega Aragonesa, ese día tocaba fideuá y Francisco quería comerla.   Yo no.   Pero bueno, estuvo bien, después los jóvenes quedaron para wifiear y nosotros volvimos a casa para sestear.  

     Y de excursión, carretera adelante, llegamos a Alcalá de Xivert, paramos en plaza de la iglesia de San Miguel  (aunque me parece que no se llama así, pero en lo alto del campanario, muy bonito, estaba la estatua de San Miguel)   Entramos, gratis, estaba vacía, sólo otros visitantes turistas, es bonita, grande, muy clara, con unas imágenes ingenuas, unas vírgenes que sólo inspiraban una sonrisa de tierna burla o condescendencia.  

     No vimos nada más.  Entonces continuamos hasta Coves de Vinròma, por una carretera llena de curvas, el pueblo está bien, calles empinadas, con macetas, no pudimos recorrerlas, pues el yayo no está para cuestas.   Entramos con el coche y allí fue el horror para salir, calles estrechas, empinadas, con esquinas que mi Carmela las pasaba con un ay, ay, ay, y Francisco seguro que pensaba “me va a decir que coge el coche”, pero no, consiguió hacerlo ella sola, pero hubo un momento que parecía que el coche volcaría, una curva muy pronunciada y cuesta abajo…   ¡Pero salimos!  Y para casa.
       
      Y hoy por la mañana, no ha habido paseo matutino-playero, pues nos íbamos a Castellón, con Miguel (tiene allí un amigo) y Pepi, Ángela y Xavi a Peñiscola.   (Ya lo han escrito).


                                                                 CASTELLÓN

    
        Dejamos a Miguel en la   Renfe, la encontramos nada más entrar.   Y nosotros nos fuimos a pasear, por el parque Ribalta, algo descuidado, pero bonito, paseamos por el centro.  Me gusta la ciudad, me ha dado “buenas vibraciones”.   Después de comer en Ronda 22, un restaurante que parecía nuevo, no estaba mal, por 9,50 el menú.  Y para casa.     Hoy ha llovido un poco.

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