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jueves, marzo 24, 2011

DIA 13

            El miércoles vino la Silvia y me hizo salir de la protección de la casa y me quemé (no me dio tiempo ni de comer. 2:30 y tenía la espalda quemada) Luego más piscina, esta vez con crema (y quejas por mi parte, dice Silvia)
       
        Por la noche fuimos al xiringuito XVSL (y barato) y dimos un paseo hasta el xiringuito pijo a otearlo. A la 1 a dormir (le robé el colchón a la Pepi; el Miguel ha quedado desterrado al comedor).
         

       Ayer, me sacaron a la playa Pepi y Silvia, a que me quemara un poco más. Pepi muy contenta (“y lo bien que estamos?”) Yo, todo el rato en el agua, Pepi y Silvia se turnaban al sol. Pepi embobada con unos niños gemelos de tres o cuatro años que parecían el típico angelito y demonio. La coordinación no era muy buena, había bandera verde (nunca antes había visto una playa sin olas) pero un despistado tenía bandera amarilla.
       

       Después de la playa teníamos la misión de cazar unos pollos (3). A las 2:30 dejamos a Pepi en la rotonda de los pollos, mientras Silvia y yo damos una vuelta a la manzana con el coche. Pasamos por la pollería (“no era una pollería, era un bar con caña + montadito: 1 €” dice Silvia, “qué barato!) la Pepi sube al coche. Se pensaban que eran 2 pollos para las tres (15:00) no 3 pollos para las 2:30 (14:30). Esperamos. Volvemos a dejar a Pepi. Más vueltas en coche. No hay pollos. Más vueltas, no pollos.
         
        Importante para luego: en una de esas vueltas vemos una pizzería con buena pinta, Silvia y yo nos quedamos con el dato. La cosa es, los pollos salieron a las 3:30. Cogemos helaos para calmar a las fieras (pero luego no se los comieron, los muy desagradecidos) Mi padre ya había comido, básicamente.
       
      Se me olvidaba, Pepi y yo asustadas y sin vergüenza de admitirlo, usamos vilmente a Silvia para que entrara primero con los pollos para evitar recriminaciones (osease, broncas por parte de mi papa). Luego más piscina, yo no, porque me dormí.
        
       Después de cenar fuimos al xiringito pijo y la Silvia pidió un bayles (o algo así).
       

       Rewind. Cenamos en un chino en Peñiscola y aparcamos casi casi debajo el castillo, al lao de casa del mañico (o algo así). Hay pruebas visuales. Esta mañana hemos dormido y piscina. Luego (al vespre) hemos ido al Wifi y la Silvia me ha ganado al billar, porque ha metido la negra (muy pronto). Después nos hemos acordado de la pizzería de cuando los pollos.
     
      Recordábamos que estaba cerca de la plaza del soso, así que hemos llegado hasta la plaza y, aunque Pepi, Miguel y Xavi no tenían mucha confianza, hemos reconstruido el recorrido hasta la pizzería. Y ha valido la pena, porqué estaban muy buenas.
      
     Cuando acabábamos, la Pepi ha llamado a la Mercedes (yo pensaba que era mi mama) que le ha dicho que no nos venían a buscar. Miguel y yo nos extrañamos de que nuestra querida madre nos abandone de esa manera, apero volvemos a casa, cruzamos la carretera, completamente a oscuras, de una manera muy imprudente y, pensando que ya habíamos pasado el peligro, llegamos a nuestro camino de tierra.
     
      Y los perros empiezan a ladrar. Cientos de perros rabiosos lanzándose unos contra otros para conseguir saltar la valla (por suerte no lo consiguieron). Finalmente llegamos a casa, donde el Dani se une al coro, y la mama nos espera todavía vestida, preguntando porque no le habíamos llamado.

ESPECIAL YAYAS EN LA PLAYA
1-El caso de la yaya bajo la sombrilla. Por algún motivo, sus familiares cierran la sombrilla y se van todos al agua. Previamente, han protegido a la señora profusamente con: gorra parasol, toalla al cuello enroscada cual serpiente marina y camisa tapando piernas para que no se achicharren.
Cara de yaya: indescifrable.


2-El caso de la yaya y el carro del Mercadona. Unos nietos simpáticos y sus amigos (suponemos) una yaya en su silla de ruedas, altas horas de la noche (bueno, primeras horas) un carro del Mercadona olvidado en la calle, unas risas y un jolgorio general avisando que la van a meter dentro del carro (cámara fotos al canto)
Expresión de la yaya como de ¿qué es lo que está pasando?


3-El caso de la yaya con en medio de la playa. Se llega a la orilla, se coloca una silla plegable bien hincada en la arena donde rompen las olas. Se sienta a la yaya y se le pone una gorra al tiempo que se le suministra un cubito para que se vaya regando autónomamente.
Expresión de la yaya: “¡ y lo bien que estoy yo aquí!

EXCURSION MAÑANERA
Yayo, Mercedes y Pepi de excursión al Zoo Pollo. Mercedes lo explica. (A mi me ha gustao!)




        Hoy por la mañana tocaba Zooloro (¡Se llama Jardín del Papagallo!) Es un sitio bonito, agradable, fresco, hay mucho jardín y sombra, hay jaulas con loros de todo tipo, estos dan un poco de pena, son pájaros de vuelos largos, pero también hay unos voladeros donde se puede entrar y darles de comer.
    
      Hace gracia verlos comer en tu mano, sobre todo había un voladero grande, de loros amarillos, que eran uno sinvergüenzas, se enganchaban a los pendientes, botones, gafas, uno se subió a la pamela de mi Pepi y se lió a picotazos con ella.
    
     También había canguros, muy vagos, tumbados a la sombra, observando a los observadores.
    
      Vimos un espectáculo de varios loros amaestrados, nos explicó el hombre que los loros son inteligentes y en cautividad se aburren mucho, pues en libertad ocupan mucho tiempo buscando comida, así que en el zoo los visitantes son su distracción.
    

      Ha sido bonita la visita, muy agradable y con un ambiente muy bueno, relajado, de gente en vacaciones, sin tensión.
    

      Después piscina y comida en casa. Por la noche Peñiscola, paseo y cena en un restaurante de pizzas, la comida estrella del verano, junto con la paella. Papa y yo jamón y queso, Carmela y Francisco pizza, pero al parecer no era muy buena.
    

       Francisco se tomó un helado de capricho.  Y volvimos paseando por el paseo Papa Luna, un sitio muy agradable a esas horas de la noche, gente tranquila, retrasando el momento de irse a dormir y despertar en otro día menos de vacaciones.

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