Nos levantamos algo más nerviosos que al acostarnos. Las horas de carretera pesan... a Ángela le ha dado pesadillas, ha tenido toda la noche las señales de trafico en la cabeza. Hemos parado por el camino sólo lo imprescindible.
Para comer en Lérida, calor bochornoso, paramos al lado del rio como referencia, y a andar buscando un restaurante, arrastrando el cuerpo por las aceras.
Estamos en agosto, así que muchos restaurantes están de vacaciones o habían cambiado. Al final, como último recurso, comimos en la estación, con una camarera que estaba en Babia, teniamos que ir a buscar hasta los cubiertos, pues parecía que se le olvidaba.
La comida no fue gran cosa, restaurante de estación... Miguel, como quería un plato combinado tuvo que pedirlo en la barra. ¡Qué cosas!
Y salimos disparados para casa.
Llegamos a Barberá sobre las siete y media.
Y se acabaron las vacaciones 2008. este año había varios subtitulos.
¡Y un jamón...!
¡Y la piscina ¿dónde está?!
¡Calefacción el ocho de agosto!
¡Perdidos en la carretera con una guía Campsa del año 2005!
Aunque había pueblos bastante más viejos que no estaban señalizados. Ha habido frio, frio... calor, algún día, quemaduras de sol, caminatas, paisajes muy hermosos, de fondo de escritorio, caballos paseando delante de nuestra casa, un arroyo de agua muy clara por medio de nuestra calle, ¡por algo era la calle Mayor! vacas caminando traquilamente por el Alto Campoo, desafiando a los coches a que las apartaran.
Nos despertabamos con el tolón de las vacas, el relincho de los caballos, el kikirikí de los gallos... había cigüeñas en los campos recién segados, chicos que parecían de vuelta al pueblo por el verano, ayudando a recoger las mieses... mientras los urbanitas saliamos a cazar paisajes.
Reinosa no es gran cosas, (¡hasta rima facil!). Una ciudad que necesita mejoras y mejor organización en sus calles. ¡Hay un paso de peatones justo en un puente de aceras muy estrechas, se apelotona la gente para cruzar! Siendo además, una de las calles más transitadas, la gente se ve obligada a bajar a la calzada.
El rio necesita limpieza, sus parques arreglos... pero bueno, en resumen, han sido unas buenas vacaciones, sobre todo fresquitas.
Al llegar a casa el calor nos ha dado un buen bofetón.
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