Un diario anual de las vacaciones de verano y alguna salida el resto del año. Con descripciónes de las que no suelen encontrarse en las guias turisticas...
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domingo, octubre 26, 2008
Dia 2 Bis
Hoy habíamos pensado subir al casco antiguo y hacia allí nos fuimos, después de desayunar churros en uno de los pocos bares que había abierto.
Hacía frío y no había mucha gente. Estuvimos poco rato, a mi padre le dió otra vez el mareo. Hize las fotos tipicas del las casas colgadas, compramos casi corriendo algunos recuerdos y nos fuimos.
El casco antiguo está bien, calles cuesta arriba y abajo, poco trafico, (está restringido el aparcamiento en la plaza mayor) turistas en grupo acarreando maletas, parecía un concentración de aficionadas al ganchillo o algo así, era la mayoría mujeres. Ví un cura con sotana, ¡hacía un siglo que no veía ninguno!
Las vistas desde esas alturas eran muy bonitas.
Aunque no sé porque son tan famosas las casas colgadas, con esa arquitectura hay muchas por España, lo entiendo por al paisaje que tiene la ciudad, pero por otra cosa...
Por el camino pasamos cerca de un pueblo, Chillarón del Rey, en él hizo mi padre instrucción durante la guerra, lo recordó con cierta nostalgia... de que era joven supongo.
Nos paramos a comer en una area de servicio, en el restaurante Adrián 24 H. Buena comida, una camarera muy amable, ambiente tranquilo, buen precio. Vale la pena pararse en él.
El camino de regreso nos pareció más largo que a la ida. Encotramos caravana a la altura de Martorell, al parecer por unas obras en la carretera, lenta, lenta... pero al fin llegamos. Media hora más tarde de lo previsto.
sábado, octubre 25, 2008
Dia 1 Bis
Salimos a las seis de la mañana de mi casa, y sin contratiempos hasta parar para desayunar. Lo hicimos en un área de servicio con trampa. Al lado del aparcamiento había unas mesas redondas con bancos, de piedra, unos aseos y fregaderos. Hacía frio. Comimos los bocadillos y decidimos tomar algo caliente. Entramos y nos encontramos con un restaurante grande, moderno, de nombre italiano, tienda de recuerdos un gran comedor, autoservicio. Tomamos un café con una sombre de leche y nos fuimos... y nos perdimos, no encontrabamos el coche. Francisco dice que le parece que salimos por otro sitio... a mi Carmela le da un ataque de risa, porqué, haciendo honor a estos diarios.. ¡nos perdimos en un area de servicio!
Volvimos a entrar en el restaurante y lo entendimos. Era como cuando te miras a un espejo, dos mitades iguales, salvo en en el interior en una zona ponía dirección Valencia y en otra dirección Barcelona, yo lo vi, pero sólo me dio curiosidad. Era un area de las que tienen un puente por encima de la autopista y salimos por el lado equivocado.
Bueno... continuamos y llegamos a Cuenca, al centro comercial, pasamos el letrero del hotel y damos vueltas buscando aparcamiento. Al fin lo encontramos y a dar vueltas sin saber muy bien por donde empezar. Caminamos hacia el inicio del casco antiguo, calles empinadas.
Mi Carmela pensó en ir primero a la Ciudad Encantada, ya que hacía buen día y al otro día podía empeorar. Buscabamos una oficina de turismo, pero nos habían decirnos muy bien, creíamos que estaría en la plaza del Ayuntamiento... pero ya era casi la hora de comer, decidimos buscar un restaurante y entonces encontramos la oficina de turismo... Pedimos un mapa de la ciudad y nos dijeron si queriamos firmar para pedir que Cuenca fuera ciudad cultural en el año 2016, lo hicimos... y nos regalaron una bolsa con vino, aceite, agua, una baraja de cartas, un pin, una bombilla de relax... un detalle.
Comimos en el restaurante El Barrilete, está bien. Y nos fuimos a la Ciudad Encantada. Hacía sol y pensamos visitarla primero ya que hacían buen tiempo, aunque saliendo de Cuenca lloviznaba. Pasamos por un lugar que había coches parados, parecía un mirador. Y lo era. el Ventano del diablo, una cueva mirando sobre la Serranía de Cuenca, espectacular... aunque la lluvia no dejaba disfrutar del todo.
Continuamos hasta la Ciudad Encantada, empezó a llover bastante, Carmela preguntó si mejor dar la vuelta, nadie contestó y empezó a maniobrar, entonces Francisco dice "que pronto te rindes" y vuelta a maniobrar para continuar.
Cuatro euros costó entrar, pero valió la pena. Incluso bajo la lluvia que nos acompañó toda la vista. Había avenidas, plazas con piedras en forma de grandes barcos, tortugas, osos... y lo que la imaginación fuera capaz. A mi padre le dió un mareo, decía que era el aire que era muy fino... creo que fue la altura, estabamos a 1500 metros. Pero le gustó mucho. ´
Había bastante gente para hacer tan mal día.
Regresamos a Cuenca y paró de llover por el camino, entonces buscamos el hotel Francobel, como siempre, dando algunas vueltas, pero lo conseguimos.
Estaba en un sitio centrico, en las calles comerciales, el vestíbulo muy pequeño, la recepción en un rincón, y el conserje, un chico con la raya en medio, rubio, muy repeinado, nos da las llaves y una mando de tele. (Me recordó a los sketch de El Tricicle, cuando aparecía los conserjes del hotel tras el mostrador, pues salía apenas oía ruido)
Las habitaciones eran correctas, pero los hoteles de tres estrellas fuera de Cataluña son inferiores. El papa y Carmela dice que durmieron, yo a ratos y Francisco dice que tampoco.
En una habitación al lado de la nuestra a alguien se le rompió el lavabo y oí como llamaba al conserje y las explicaciones que daba.
Salimos después para comprar algo para comer, dimos vueltas y terminamos frente al hotel, en una pastelería comprando Alajú (dulce tipico de Cuenca) y bollos. Y vuelta al hotel. Aunque a mi Carmela le dio la añoranza del los chinos y nos fuimos a buscar uno para comprar un Sudoku que se había olvidado en casa.
Y a dormir.
Dia 15
jueves, octubre 23, 2008
Dia 14
Paseamos hasta la catedral y el caso antiguo, allí nos separamos para comer. Los XL comimos en el restaurante La Redonda, en la calle Portales, 49. 10,90 € el ménú, pero fatal. Primero decimos de juntar dos mesas, peues eran pequeñas, nos dicen que no, pedimos el menú, tadan mucho en traerlo, un camaerero que parecía borracho y una chica, de aspecto sudamerica, que parecía estar la pobre al borde de su anguate. Quizás por su compañero, pues éste nos habló dos veces en tono despectivo de ella.
En los postres yo pedí mouse de chocolate y los trajo el camarero diciendo que la hica había sufrido un percance.
Ya aburridos nos fuimos a tomar café a otro sitio y por poco estamos allí todavía. Psaba algo con la cafetera y no quería que recogieramos nuestros cafés en la barra. Ya no nos dió tiempo de ver nada de la ciudad.
Ya dijo Miguel cuando entramos en la ciuddad que le daban malas vibraciones. Y la verdad, no me gustó. Pasamos por una plaza adoquinada, que no apetecía nada estar en ella.
Salimos en dirección Soria. Aquí aunque sólo fuera por el parque de la Alameda ya merecía un visita, es grande, acogedor, con rincones muy bonitos, me recordaba a algunos de Londres.
Paseamos por él, por el casco antiguo, tomamos un refresco y otro vez en carretera. Al subir al coche Dani se hizo daño y escapó corriendo, aunque quizás buscaba a alguno de nosotros.
Hemos tardado bastante en llegar a Cetina, el sitio que teniamos la casa alquilada, pero así hemos podido ver los diferentes paisajes, del verdor de Catnabria a la llanura castellana, amarilla y terrosa, con un cielo inmenso. Atravesamos la Sierra del Madero y la Sierra del Moncayo, una carretera llena de curvas, con pueblos pegados a las paredes de la montaña; se me quedó el nombre de uno de ellos: Castañares de las Cuevas...
A Cetina hemos lelgado de noche, la casa El Mirador de las Estrellas es compartida con otra pareja, para las habitaciones no hay problema, todas tienen llave, pero la cocina... ¿esto es nuestro o vuestro? El comedor y la sala también es compartida. No me gusta, pero sólo es por una noche.
Ahora mi padre, Francisco, Pepi y Miguel, están dando un paseo. pero yo no he tenido ganas, me parece mentira que mi padre aún tega ganas de ir callejeando después de todo un día de coche.
Dia 13
Hemos ido a buscar queserías, a Entrembasaguas, un pueblo de los más pueblo que hemos visto. La parte antigua, excrementos de vaca por las calles sin asfaltar, perros en los rincones y la consabida Iglesia con el nombre de José Antonio en la puerta principal, en este s´lo un nombre acompañandolo.
En el primer intento de comprar nos hemos vueltos, las calles olían fatal y los perros no paraban de azuzar al Dani, así que nos hemos quedado mi padre, el Dani y yo y los demás han ido a buscar la quesería.
La han encontrado al fin, una señora en su casa, le ha sacado el queso, más barato que en las tiendas, y es natural... sin conservantes, ni colorantes, ni florituras de ningún tipo. ¡Y estaba buenisimo!
Ya que estamos allí visitamos de neuvo Abiada, tomamos unv ermut y hacia Alto Campoo, mi Pepi no la había visto y allá que nos fuimos, hacia menos frio y no había aquellas nubes algodonosas que vimos la primera vez. Ellos bajaron a la Fuente del Chivo, un fuente de agua, fresca, fresca...
Para comer nos fuimos a Reinosa, compre´algunso recurdos en una tienda de la calle peatonal, pero con unos dependientes... era una pareja, le pregunto a él si tienen chocolate con naranja y parece que le pregunto si ha estado en la luna y la mujer arisca.
Comimos en el Mesón Las Fuentes, en la misma calle, muy bueno, el precio, la calidad... srvían a todos al mismo tiempo y cambiaban los cubiertos en cada plato... pena no haberlo descubierto antes.
Por la tarde piscina, el agua seguía fria, pero... es el último día. Migue ha salido a pasear por el monte, pero se ha encontrado con muchas vallas.
martes, octubre 21, 2008
Dia 12
Carmela, Francisco, el papa y yo hemos ido a Fresno del rio, de paso Fontible y Aradillos, pero sólo de pasada y vuelta a Reinosa. Recorrido por los parques, de la Fuente, del Campo colorao y el Quintanal, el primero era un parque tematico, subvencionado por la UE, pero abandonado, había molinos, fraguas, todo medio destrozado, es bonito, pero necesita cuidados.
El de Campo Colorao es un parque sencillo, pasa el Ebro por él, es nuevo, y el Quintana, grande, desolado, sin un banco. No cuidan sus parques los de Reinosa. Hemos paseado por el pueblo y regresamos a Argüeso para comer.
Todo está bien, pero a los X los ha defraudado, ellos pensaban que los platos combinados también los hacían al medio día.
Al salir el tiempo ha cambiado, está nublado, todo el cielo cubierto, lloviznando, son las cuatro y media y estamos en casa. Sin saber muy bien qué hacer.
Todos nos hemos desperdigado por la casa, oigo a mi Carmela leerle a francisco, en el comedor están los X con sus artilugios y mi padre está a mi lado, durmiendo.
El día parece invernal, hemos puesto la calefacción ¡el 8 de agosto!. Hoy parece que el cielo ya no se va a aclarar.
Por la tarde Carmela, Pepi y Miguel se han ido a Reinosa, a dar una vuelta. Los dema´s no s hemos quedado medio adormilados. Han vuelto con algunos recuerdos.
jueves, octubre 09, 2008
Dia 11
Continuamos dando vueltas por los pueblos, paramos en uno porque a mi Pepi le picó la curiosidad por las quesadas que se anunciaba. pero... aparcamos delante de un ambulatorio y una señora asomada a la ventana vigilante nos dijo que no podíamso aparcar allí, (seguramente aguardaba el sitio para alguien.
No había ni un alma, y seguimos camino hasta Arroyelos. Ya habíamos estado ayer alli´, llegamos a unos diez metros y dimos la vuelta, ante la curiosidad de tres hombres setnados a la sombras. Esta vez continuamos y encontramos la iglesia. Estaba cerrada, nos asomamos a ella, y de repetne apareció un chico, del pueblo, debieron avisarle al vernos pasara. Sin decir ni pio, abrió la puerta, se hizo a un lado y nos dijo entre timido e indiferente si queríamos entrar. Lo hicimos y el chico había desaparecido, de repente oimos su voz desde las alturas.
La cueva era muy alta, tiene una gran columna en el centro, en un alto esta una especie de nicho donde dormía el ermitaño, había en un lado un tortuosa escalera que lelgaba hasta lo alto, pasando por un estrecho y corto túnel, desde allí nos hablaba. Nos invitó a subir, mi Pepi lo intentó, pero no pudo al ver el túnel, Francisco sí lo hizo.
El chico nos fue explicando, dijo que su hermano se había caido desde allí, jugando con él.
En esta no había nada religioso y parecía más auténtica. Podía inspirar muchas historias oscuras, fantasticas, misteriosas... A la salida fue la lltoería pra el guía. Mi Carmela le dio a mi Pepi un euro pra que se lo diera, mi pepi puso dos, Francisco le dió dos porque pensaba que no le había dado nadie y yo le di uno creyendo que sólo le había dado mi Pepi. Total 6 eruos por unos diez minutos.
Mi Pepi, al ver su contento le dijo que para nos quitara la mala famoa a los catalanes. El chico montó en su tabla y se alejó camino abajo.
Volvimos a la carretera y volvimos a perdernos, pero finalmente encotramos Reinosa.
El cielo se fue encapotando, pero sólo caía una lluvia fina o niebla, parecía que se iba a caer el cielo, pero al parecer aquí no descargan las tormentas, sólo se entretienen por las montañas.
Han venido a arreglar lal piscina, dicen que mañana nos podremos bañar, veremos.
Dia 10
Pero aparte de esto estuvo bien, el chico que nos daboa la lexplicación lo hacía de forma amena.
Es reconstruido, allí no había ningún poblado, es una recreación,pero parece de restos autenticos, está muy bien logrado, por sus comentarios con uno del grupo creo que es profesor y seguramente arqueologo, le gusta mucho la historia de los cantabros.
Le he regalado a mi CArmela unos pendietnes y yo me hoe arrepentido de no haberme comprando unas pequeñas jarritas.
Hemos vuelto conduciendo Francisco, según mi Carmela para quitarle el mono.
La piscina ha amanecido esta mañana verde radiactivo, mi Pepe ha llamado al dueño y ha venido, dice que no sabe muy bien porque ha sido. Procurará arreglarla.
Por la tarde hemos ido a Suano, son las fiestas y actuaba un grupo irlandés High Reed, era muy agradable escuchar su música en un pueblo rodeado de grandes árboles, todo verde, había bastante gente viendolos, turistas seguramente de los pueblos de alrededores.
Dia 9
Santander... Llegamos en algo más de una hora y conforme nos acercabamos el cielo se encapotaba. Y así siguió todo el día, pero no llovió.
Nos juntamos en la plaza del Ayuntamiento, paseamos por el puerto y como es normal acabamos en dos grupos.
Los XL nos fuimos paseando hasta el puerto, tomamos un vermut en el Café Pombo y nos fuimos abuscar una fuente por los parques y de paso mirando restaurante. Comimo en uno centrico, bajo unos soportales, Francisco probó el cocido montañés, tipico de aquí... bueno un cocido como el habitual.
Y nos encontramos todos, Pepi, Miguel, mi padre y yo nos fuimos en el bus turistico, Ángela y Xavi en un cyber, Carmela, Francisco y Dani caminando hacia los coches.
El paseo ha estado muy bien, el Sardinero y la parte alta, con jardines, las casas de los ricos, el Casino... paramos cinco minutos en el faro ¡el que no esté se queda! Pepi y yo corriendo para mirar el acantilado, hacer la foto. Tiene una hermosa vista, se ve toda la playa, la isla Horadada, lal Peninsula de la Magadalen... Mi padre no praba de decir que si, cosas bonitas, de los ricos... de lo que robaban... ¡En fin!
Cuando bajamos buscar a Ángela y Xavi, llamada de Carmela, vendrá con el coche a buscar a Ángela y mi padre y nosotros subiremos a la coronilla a buscar el otro coche, así que a subir cuesta arriba.
Como se impacientaron de esperar salen a nuestro encuentro.
Y después de perdernos como siempre, salimos al fin de Santander.
Cuando llegamos a Argüeso vemos ma´s coches d elo habitual, Miguel y Pepi no resisten la curiosidad y van a averiguar qué es... la inauguración de un bar ¡ya hay dos en Argüeso!
¡Ah! El Pepecar ahora es una coche, Pepacar, con un estupendo lazo rojo en su antena.
Nos preparamos para ir a Santander, toooooooodos juntos. Desayunamos, recogemos la cocina y mientras se preparan los coches, Miguelito y yo vamos a sacar la basura. Llegamos al contenedor, Miguelito abre la tapa con dos deditos, yo pongo la bolsa de basura dentro y volvemos al coche. Hay dos perros en una puerta, uno nos mira y agacha la cabeza. Otro está de pié en medio del camino, nos mira, agacha la cabeza, pota y seguimos palante, a Santander.
Llegamos sin dificultad, nos armamos un lío para aparcar. Paseamos por la bahía (la más grande del norte de España) y cuando nos hartamos, nos separamos en dos grupos. Ellos van por un lao y nosotros a buscar una tienda de juguetes. De camino compramos lenguas de gato, donuts envasados y chucherías varias.
Paseando, lo que más nos llama la atención es un grupo de girl y boy scouts que se estaba paseando por el parque. Un grupito de críos ya llama la atención un poco, pero es que estos tenían 18 años por lo menos. Todos vestiditos con camisas azul cielo con banderitas y escudos y un ‘fular’ al cuello, pantalones ‘sobaqueros’ azul marino, enseñando las rodillas, con calcetines a juego de ‘cuello alto’ (como decía el Miguel). A Miguel y a mí nos surgen tres preguntas: Qué edad tiene esta gente? No les da vergüenza? Les saldrá más barato el viaje (eran italianos) por ir vestidos así?
Acabamos comiendo en un mejicano. Nachos, quesadillas, sincronizadas y ensalada de pollo yo. Decidimos dar un paseo con el autobús turístico porque hasta ahora lo que hemos visto de Santander es corriente y moliente. Mientras hacemos tiempo nos vamos al Ciberlope. Como su nombre indica, está en la calle Lope de Vega. Nos conectamos un rato y nos volvemos a dividir. Miguel, Pepi, yayo y Mercedes, paseo en bus. Ángela y Xavi, dosis de internet. Francisco, Dani y Carmela a patear Santander.
Después del paseo montamos una estrategia para no tener que subir la cuesta para buscar el coche. Recogen a Ángela y yayo y los demás seguimos caminando. Durante la subida nos paramos en: una tienda de chinos (compramos fluorescente para marcar camino en el mapa), una tienda de chuches (compramos polos, agua y pipas) y una tienda de videojuegos. Seguimos subiendo hasta que nos encontramos todos.
Nosotros, mientras, esperamos en el coche. Como había una frutería cerca compramos cuatro melocotones y una botella de agua. La chica de la frutería (que era bastante simpática) nos los lava. La mama, el papa y yo no tenemos problema: los melocotones están muy buenos cuando se comen a bocaos. Pero el yayo… como no tenemos cuchillo, y con los dientes (puestos) no puede, se saca la mitad de arriba de la dentadura y la utiliza de cuchillo-cuchara. Nos reimos todos mucho, pero funciona.
Intentamos salir de Santander. En algún momento, dejamos de ir en dirección correcta y nos metimos en Cuatro Caminos o algo así. Nadie quiere guiar el coche y al final Francisco se fue al PepeCar.
Ah, por cierto, le hemos puesto un lazo al PepeCar para distinguirlo a lo lejos, así que a partir de ahora, le llamaremos PepaCar.
EXCURSIONES DE UN DIA ENTERO
- Burgos
- Alto Campoo y Abiada
- Embalse y Reinosa
- Santander
- Alto Hijar
- San Vicente de la Barquera
EXCURSIONES DE MEDIO DIA
- Excursiones de una hora
- El Soplao
- Nacimiento del Ebro
- Castillo Argüeso y poblado cántabro
Dia 8
Hoy ha sido un día anodino... por la mañana casa, Mercadona, comida, siesta, piscina y paseo hacia Fontibre, dos kilometros y algo más desde Paracuelles. Hemos ido todos los XL, mi Pepi también, pasito a pasito, por el paso de peatones. Hemos visto campesinos recogiendo la paja, caballos, cigüeñas, vacas, una familia rara en un descanso.
Fontibre es un sitio bonito, con una mapa del recorrido del Ebro en relieve, algo deteriorado, pero curioso... y vuelta atrás.
miércoles, octubre 08, 2008
Dia 7
Y llegamos al fin arriba, primero estación de esqui, el pueblo de Brañavieja, turistico a tope, hoteles, telesillas, y aún subimos más arriba... y encontramos el origen d ela niebla que en cada atardecer se derrama por las montañas que rodean Argüeso, un paisaje de lo más bucolico, pueblecitos salpicando la montaña, casas aisladas, picos que sobresalen de la niebla, blanca y espesa, como algodón.
Aún se podía subir algo más andando, y allá que se fueron Francisco, Carmela y Dani, nos quedamos mi padre y yo, a vces en el coche y a veces fuera, pues hacia un viento que se lelvaba hasta las ideas. Desde el aparcamiento salía un caminito algo dificil hacia la fuente el Chivo. Daba un poco de miedo, pero había gente que lo hacía.
Al final parecía la Rambla, ciclistas, excursionistas solitarios, algunos con todoo el equipo y otros con sólo pantalón corto, yayos que suben trabajosamente hacia la cima, gente con camara de fotos y tripode... en fin, de todo. Mientras esperamos a mi me da la vena poetica y escribo.
También me recreo espiando con los prismaticos los alrededorees, el lado derecho suave, verde, con unas motañas rocosas, sólo para hacer bonito, saliendo de la niebla. El lado izquierdo, los telesillas, caballos, montañas de esquits, casas con tejado de pizarra, modernas.
Bajan Carmela y Francisco, a mi hermana le dio ansiedad una parte del camino, Dani está extenuado.
Volvemos hacia abajao y pasamos por Abiada, entramos en el pueblo, nos cruzamos con gente que vuelve de misa, endomingada, (bueno, hoy es domingo).Paseamos por el pueblo, restaurantes, bares, alquiles de caballos... gente de find e semana. Y la tipica lapida en la entrada de la iglesia en honor de José Antonio y tres "heroes más", esta es neuva, de relucietne marmol blanco. Ya no nos sorprende.
Llegamos a Argüeso y como no están los X nos vamos hacia el poblado cantabro, ellos iban allí hoy. Hay bastantes coches, y los encontramos dentro del poblado, mi padre quiere entrar ya que está allí, pero se nos hace tarde para comer, así que aplazamos la visita pra otro día. Al parecer les ha gustado.
Hemos ido a comero al bar del pueblo, 72 €, ha estado bien, pero tardaron entre plato y plato y le chuletón que ha pedido Francisco estaba algo crudo, demasiado hueso y grasa. Carmela, mi padre y yo hemos pedido pollo, de corral, estaba bueno, más grande que los que suelo comprar yo. Los X han ido a Reinosa.
Después tenía sueño y he intentado dormir, creo que sí lo he hecho.
Por la tarde hemos ido a dar un paseo desde Paracuelles hasta Espinilla, en principio las tres hermanas, pero se ha sumado mi padre. en Espinilla hemos tomado un refresco en un bar "autentico" como dice mi Pepi, me he comprado unos pendientes y para casa.
Por el camino nos hemos encontrado a Francisco con Dani, éste tiene agujetas.
(Los X no quiere ninguno escribir su visita al poblado cantabro, son unos vagos)
De buena mañana Ángela se ha encabezonao de que fueramos al poblado, y como no quería coger el coche, hemos tenido que ir andando durante mil metros cuesta arriba por un camino pedregoso lleno de vacas. Hemos llegado los primeros y David nos ha dado la bienvenida. Luego, Javier nos ha explicado cositas de los cántabros (que no pienso decir ahora porque se puede buscar en los libros de historia o en el google, que son los abuelos modernos).
Me ha gustado mucho todo el poblado en general: el color, la paz, queridos hermanos y que de verdad parecía que habíamos viajado en el tiempo. Sobretodo me ha gustado saber el significado de la estela de Barros: el sol y la luna, la noche y el día, la vida y la muerte, la vida como agua cristalina que chisporrotea por los caminos descendiendo ágilmente y graciosamente, etc,etc,etc.
Después de hora y media de escuchar a Javier (ah! El Xavi ha molido trigo en un molino de hace 3000 años, que lo interesante habría sido hacer pan con esa harina, pero no ha podido ser) nos hemos ido a comer a Reinosa, a la pizzería La Luna, delante del bar la Plaza donde comimos el otro dia. Muy bien de precio, las pizzas muy buenas.
Luego hemos comprado pantortillas , hemos ido al banco y hemos vuelto a casa. Todo esto, encontrando el lugar a la primera, sin perdernos, aparcando estupendamente y sin la más mínima dificultad.
A la vuelta, chapuzoncito. El agua sigue helada, pero como es lo que hay, la ignoramos. Luego, Carmela, Mercedes, yayo y yo nos vamos paseando hasta Espinilla por la ruta de peatones que hay entre estos pueblos (una muy buena idea, a ver si la copian). Hemos comprado caramelos y unos pendientes para la Mercedes y hemos ido al bar.
Hemos vuelto a casa y hemos preparado el sopar, que ha consistido en lo siguiente: un poquito de jamón, salchichas y potingue.