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domingo, diciembre 18, 2005

Undécimo día.

Martes, 10 de agosto de 2004

Hoy el grupo se ha dividido de nuevo, los menores se han quedado en la casa, algun@ decía que estaba rayado, así que los más mayores nos hemos ido a hacer la ruta larga de El Torcal, antes desayunamos en un bar de Algaida, creo que el de familia del dueño de la casa, un desayuno casero, casero, café con leche en vasos, mantequilla, media tarrina marca Hacendado y una aceitera, como en casa ¡vaya!. En otras mesas vemos a gente con churros traídos por ellos y Francisco no puede resistir la tentación y va a comprar, pero no nos gusta mucho, yo he sentido los churros toda la mañana ¡le he sacado provecho!

Cuando hemos llegado a El Torcal Alto había 13 grados y el tiempo amenazaba lluvia o quizás niebla, en el mirador Las Ventanillas ¡originales ellos! Hemos visto dos águilas, muy majestuosas.

Al fin hemos decidido hacer el recorrido amarillo, media dificultad, las nubes cubrían a veces el cielo de su habitual color azul, luminoso, la temperatura era fresquita, pero muy agradable, el papa iba tocando las plantas y diciéndonos los nombres, mirando las huellas del camino, incluso ha tocado las cagarrutas de las cabras, nos dice que eran frescas y...

Allí estaba, una cabrita, muy tranquila, a pocos pasos de nosotros, pero entre las rocas, seguimos, el camino se vuelve más difícil, tenemos que agacharnos en algunos sitios, pasar por una hendidura estrecha, a Carmela y a mí nos da un poco de yuyu, como opresión por la roca, pero bien, seguimos, nos tropezamos y nos sobrepasan ingleses, franceses y autóctonos.
No hemos visto el tornillo, pero si más cabras, lejos, mirándonos, descansando, indiferentes a nosotros, como si supieran que no podemos alcanzarlas, aunque saltemos como idem.

Abandonamos el Torcal, satisfechos con nosotros mismos y como es temprano pensamos en ir al pueblo de abajo, pasamos por Villanueva de la Concepción, “construyendo casas y casas” y seguimos a Torrebermeja, pues a mí me suena que tenía algo para ver, el cementerio quizás... entramos en el pueblo... y ya no hace falta que vaya a Port Aventura a la montaña rusa, calles empinadiiiiiiisimas y el cementerio... bueno, diferente... volvemos y en casa no nos esperaban, así que ¡pues nos vamos!

El papa se queda y nosotros nos vamos (Francisco, Carmela y yo) a buscar la Venta Los Pilotos, pero vemos antes la de El tempranillo y acabamos en San Benito, un sitio muy bonito, caro, eso sí, pero hemos comido muy bien, una ensalada El Caserío, muy buena, y mi Carmela un postre que se llama Pannacota, delicioso... y ahora me voy a bañar, pues me llaman. Continuará alguien... (Mercedes)

Sólo una cosa más por decir: después de todas las aventuras de los excursionistas y de escondite-pilla-pilla y piscina por parte de los niños, nos hemos reunido (casi) todos alrededor de la tele aún estropeada.

La Carmela estaba intentando que el video fuera, y todos se han puesto pesados otra vez para que yo la tocara. Yo les he hecho caso por fin (más para que me dejaran en paz que otra cosa) sin ninguna esperanza de que fuera arreglar nada.

He empezado a tocar botones y cuando he conseguido cambiar el canal la Carmela ha dicho que continuara. He ido apretando al botón hasta que... ha aparecido la imagen!!! Claro, había llegado al AV! (Ángela)

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