Hola Miguelitoooo! Esta mañana me he levantado la prime. He cogido la llave del comedor que custodia Francisco en su mesita (él ni se ha enterado del arrastre de silla ni de mis pisadas ni de na de na; y eso que dice que no duerme). En el comedor me han encontrado, viendo dibujos en la tele.
Después de desayunar la Carmela, el yayo, Francisco, Dani y yo nos hemos ido a tomar un café a Baqueira. Tooooodo el camino con una lluvia incordiante y constante desde Tremp, pasando por la Pobla de Segur (visita en serio pendiente), Rialp (ma gustao: había una yaya en un balcón, mu xula), Sort (turismo), Gerri de la Sal (mu mono), Llavorsi (mucha gente), Esterri de l’àneu (más gente, parecía Lloret de Mar de montaña), Baqueira (aquí el cafelito. Siete grados de temperatura. Dedillos de los pies helados, porque la Carmela y yo hemos ido con chancletas), Tredos (de lejos, pintaba bien), Salardú (una postal), Vielha (turismo, postal, muchísima gente…) y vuelta pa bajo por el túnel de cinco kilómetros y pico.
Después muchos muchos túneles y comemos a la salida de Montañana. Este pueblo ma encantao. Silencio total y rio con agua (no como cuando vinieron ellos sin mi; como hoy no para de llover…); aquí nos encontramos con una señora de la asociación de vecinos que nos vende tres números de lotería de Navidad comprados en Sort. A ver si hay suerte.
Después de comer nos liamos a dar vueltas des de Pont de Montañana hasta la casa y la sepia que me he comido se me rebota en la panxa y llego malisima del todo (y eso que por la mañana he subido toooodo el Port de la Bonaigua como una señora, disfrutando del paisaje y todo).
Llegamos, dejamos al yayo y a Francisco y recogemos a la Mercedes para irnos de compras. Hacemos tiempo dando vueltas por Tremp. Incluso entramos en la iglesia, donde Carmela nos explica que hay unos libros que los coges y cantan (los misales, creo). Nos da la tontería, las tres en medio de la iglesia solitaria, con el yuyu de los santos y las santas alrededor. Después de comprar, la Carmela y yo mandamos a la Mercedes a buscar aliño de caracoles por todo Tremp. Ella insiste pero no hay manera. Nos comemos unas palmeras en el parque y de vuelta a Cal Morralet.
Ángela con los gatos; Xavi con Adrian (el niño de los vecinos) y la Wii; Francisco, Carmela y yo atacando el xoriç que hemos traído de la tienda “ Elisenda” de Tremp. Yayo y Mercedes ducha.
Una cosilla que ha pasado: Adrian le dice a mi niño que tiene caracoles y mi niño que sube corriendo y me dice “mama mama, puedo enseñarle los caracoles al Adrian?” “ Sí, hijo mio”; y él que coge la olla con los 132 caracoles en harina haciendo purga para comérnoslos y baja a toda pastilla. Lo siguiente es Ángela subiendo con la olla muerta de risa. Adrian tenía dos o tres caracoles en una cajita de cartón con unas lechuguita en plan mascotas. Traspuesto se ha quedado cuando el Xavi ha destapado la olla.
Otra cosilla: Carmela dice que ella no ha sido quien se ha comido medio bote de Nocilla, pero no nos la creemos porque se parte de risa cuando nos lo niega. Creemos que sí, que ha sido ella. Estamos seguros. Xavi la ha estado interrogando hasta hacerla llorar .DE RISA , no de otra cosa, pero lo juro (ja, ji, ja,ja) que no he sido yo.
Mama, no hay quien te crea, esa risita...
Weno, sólo tengo una cosa que añadir. Ya sé que adivinar quién está ‘hablando’ es muy divertido, pero para quien quiera saberlo seguro, aquí va una leyenda:
Esto soy yo (Ángela)
Esto es la Pepi
Esto es la Mercedes
Esto es el mini-friki (Xavi)
Y esto es la última en animarse, mi mama (Carmela)
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