Hoy pensamos ¡todos a Lleida! Y los más pequeños se levantaron zombis, pero tocaba excursión todo el día, así que… carretera y manta. Después de no sé cuantos kilómetros, llegamos a Lleida y ¡oh casualidad! Llegando a la estación entrando un tren AVE, la ilusión de mi padre, no sé por qué, pero le gustaba encontrárselo.
Y vueltas y vueltas por Lleida, calles peatonales, muchos emigrantes negros en las calles, y cosa rarísima, pocos bares abiertos, los más pequeños se separaron y fueron buscando una pizzería, pero al final no encontraron y todos comimos en el restaurante La Masia, 15 € el menú, pero era de lujo. Sillas vestidas, mesas con mantel de tela, a Dani (una camarera) le sirvieron huesos de la cocina, pero como estaba enfadado con nosotros por haberlo dejando en un almacén, pues no quiso comer. ¡este perro se cree de la familia (lo es!) y se molesta si lo excluimos! Comimos melón rizado con una loncha de jamón a tiritas, muy bonito el plato, pero a los meloneros nos hubiera justado una “tajada” con dos lonchas de jamón como está mandado. La demás comida, arroz negro, pescado frito… bien, pero está visto que es muy difícil los fritos en restaurantes…
Antes de comer buscábamos la subida a la Seo (Seu), pero era muy cuesta arriba, y no la hicimos, así que cuando terminamos de comer nos propusimos hacerla en coche. ¡Y aún no estamos escarmentados! Así que nos perdimos, vueltas, vueltas, vuelas (fiu, fiu!)… y pa casa. Y otra cosa curiosa, en Lleida… ¡el coche turístico no funciona los domingos!
Al salir de la ciudad, que parece a medio construir, gruas y edificios en construcción por todas partes, nos separamos, Ángela por un lado y Carmela por otro, pero al final nos encontramos en la carretera, el camino hasta llegar a la sierra es aburrido, pero después se adentra por recovecos al lado del rio Noguera Pallaresa y es espectacular. Rocas cortadas que parecen salir gritando de la tierra, rocas redondeadas, suaves, casas colgadas, es inspirador.
Antes de llegar, a mi Carmela se le ocurre que podíamos ir al castillo de Mur, y así lo hicimos, los demás no querían, así que cogimos la carretera que va a La Guardia de Noguera, curvas, curvas, yo ya estaba arrepentida de haber dicho que si, pero a mi Carmela las curvas la activan.
Por fin llegamos, al castillo, al parecer es del siglo X, con la colegiata al lado, estaba cerrado, hay un horario para visitarlo. El castillo está reconstruido, la iglesia también, pero a mi estos lugares me dan por pensar en la gente que vivió en ellos, en lo que pensarían o hacían, me da cierta tristeza. Las vistas eran espectaculares, algo vertiginosas, al menos para mi, no soy de alturas. Y volvimos, por otro camino, no tan abrupto, con bastantes curvas, pero la carretera más ancha y no había barrancos… y llegamos a nuestra caaaasa.
Esta noche parece que quieren ir a tomar algo al Tremp, pero yo no iré.
Weno, que hemos ido a Lleida y vaya rollazo de curvas que no se acababan nunca. Y una vez en Lleida toooooodo estaba cerrado, porque se ve que Lleida cierra los domingos en general. Incluso el bus turístico, a quien se le ocurre. Y no hemos podido ir al cine porque ya habíamos visto todas las que daban.
Así que nos aburríamos y hemos planeado hacer un especial musical el miércoles. Cada uno cantará dos canciones del SingStar, y Pepi, Xavi y yo también haremos una canción especial sorpresa. Yayo y papa harán de público.
En Lleida hemos hecho un pre-vermut y un vermut antes de ir a comer al superrestaurante ( ni pizca de hambre teníamos pero hemos comido de todo). Xavi ha amenizado la velada escenificando nuestro viaje de perdidos por ahí.
Ah! Miguelito ya está bueno. Ha llamado a su mama para pedir la receta de la pizza. Y decir que sí, que quería un gatito ( estamos haciendo campaña para adoptar uno de los peques de la señora Ana).
En casa hemos jugado a la Wii con el niño de los vecinos y luego nos han venido a buscar porque venía una super-tormenta con unos rayos que daban yuyu. Y por eso no hemos ido a Tremp, y pq nos daba pereza. Nuestra natural intuición nos ha permitido hacer acopio de una fuente de almendras del huerto ( Francisco lo descubrió ayer).Asi que, durante la tormenta nos hemos dedicado a machacarlas y comérnoslas. Bueno, las ha machacado Francisco y también se ha machacado el dedo con la piedra de machacar almendras. Cura con Betadine y se acabaron las almendras por hoy. Por la noche nos arremolinamos en torno a la chimenea ( la tele està al lado), y vemos una peli de gigolós para niños. El Xavi y el Francisco se mueren de la risa.
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