Hemos ido a por churros a Valencia, mucha gente en la cola, porque según los vecinos estaba “el tío del cesto” un hombre mayor que compraba churros para el hospital.
Y después los yayos y francisco han ido a por tomates y Carmela y yo a Valencia a por el periódico.
Día muy aburrido. Se nos olvida que íbamos a ir a ver los dólmenes todo el día ganduleando por la casa, aunque Miguel me ha pintado dos preciosas alas en la espalda (para volar, parece que son).
Ángela y Miguel quieren ir al caber y les acompañamos Carmela, Francisco y yo, a Valencia de Alcántara.
Tomamos granizado de limón en un parque al que llaman “La playa” porque el suelo está cubierto de arena finita. Volvemos a casa en el coche pequeño, recordando que anoche se hizo recuento de los personajes de Naruto, hasta llegar a los técnicos. (Xavi, Miguel y Ángela)
¡A dormir!
(Ángela dice que no escribe porque no tiene nada que contar)
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