Sabado, 11 de agosto de 2007

Esta mañana hemos salido Francisco, Carmela y yo a dar una vuelta corta, antes de comer, decimos de ir a Orcau y Basturs, en este último pueblo hay un estanque.
Primero hemos ido a Orcau, un pueblo a los pies del castillo del mismo nombre, donde vivía el señor feudal del condado, creo que era Arnau no sé qué. El pueblo es bonito, con las esperadas calles empinadas y tortuosas, agarradas a la roca. Al otro lado de un barranco el Orcau viejo, con casas destruidas y una ermita más nueva, a lo mejor aún siguen yendo en romeria. Después hemos tomado el camino de Basturs, antes había una salida para el estanque, hemos pasado un cruce con arboles y letreros de caminos rurales, seguimos unos cuantos metros, no vemos ninguna señal de agua y volvemos al cruce, allí se iniciaba el camino hacia el estanque, bordeado de rocas, el estanque estaba verdoso, con hierbas que parecían enredaderas, lo rodeamos y volvimos, se nos hacía tarde.
Recogimos a todos y nos fuimos a comer a Figuerola de Orcau, al restaurante Barbacoa, está muy bien, tanto si es menú como a la carta, y además el pueblo es muy bonito, para dar un paseo tranquilo después de comer, y si no se quiere andar, delante mismo del restaurante están los antiguos lavaderos, con un canalito de agua muy fresquita que se puede meter los pies.
Y vuelta a casa, los niños no quisieron dar una vuelta por el pueblo, están vagos, vagos, vagos…
Por la tarde fuimos las cuidacasas a comprar a Tremp, mi Carmela quería un helado, pero en este pueblo no hay heladerías, mi Pepi quería comprar unas mariposas para su casa, pero tampoco había, asi que pa´casa.
Y esta noche tendremos una visita de amigos de Ángela, también lluvia de estrellas.En el restaurante yo he comido unos caracoles muy muy buenos y de segundo girella, que es un embutido de carne de cordero y arroz buenísimo. Lo escribo porque quiero acordarme del nombre de este plato. Ah! En Tremp Francisco comió un postre que se llama Filiberto; parece de broma, pero no: es helado de nata, con una capa de yogur encima y chorritos de grosella. Se ve que es típico de aquí. Yo nunca lo había oído, pero como no tengo mucho mundo…
Carmela no sabe que escribir, así que se lo hago yo al dictado.
En la tienda de Elisenda hemos comprado eso, el xoriç, dos xoriç. Uno para Miguelito y otro para el yayo Juan. Ya está. Y nos hemos quedado sin comernos el helado porque todo abre muy tarde. La única que hemos encontrado, abria a las seis y media o las siete, nos parece.
Y otra cosa que quiero añadir, Francisco se ha caído en la ducha, pero no nos hemos enterado, sólo hemos oído un cataplán, pero mi Mercedes ha ido a ver, ha visto al yayo en su cama y ha pensado que no había sido aquí. Entonces al rato ha venido Francisco diciendo “¡me he caído en la ducha! Pero me he agarrado con fuerza a la cortina y no me he hecho nada, sólo he roto los ganchos de la cortina, me he tenido que agarrar al mando” Xavi dice “¿Qué hacía con el mando en la ducha?El Celler: pintaba muy bien, con helados en copas, en terracita de plaza sin coches, oh!
Y ahora son las 1:40 y estamos esperando a Oscar y Silvia, que ya están a la altura de Camarasa, llegando aquí, para pasar unos ratos con nosotros. Tenemos crispetas, tresdé, nocilla, cocacola. y toda clase de juegos. Vamos todo lo necesario. Tenemos muchas ganas de que lleguen, para irnos a dormir, si, pero sobre todo para dormir tranquilos, sabiendo que han llegado.