Un diario anual de las vacaciones de verano y alguna salida el resto del año. Con descripciónes de las que no suelen encontrarse en las guias turisticas...
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domingo, febrero 05, 2006
Quinto día.
12 de agosto de 2005
Hoy nos hemos dividido de nuevo, los más viejos a Villarluengo y los más nuevos en casa y piscina.
El pueblo es muy bonito, con unas vistas preciosas, aunque claro, con más gente en agosto, según la tendera. Por cierto, en la tienda estaba delante nuestro el de Medio Ambiente de la Junta de Aragon, no sé muy seguro si se coló, o quizás estaba antes que nosotros y fue en busca de la tendera para que abriera… era un colmado que había de todo en unas estanterías que parecía a punto de romperse.
El techo estaba lleno de jamones colgados que goteaban la grasa, había ratoneras, cintas para el pelo, muñecas, recuerdos, hilos, pequeños electrodomésticos, postales, embutidos, fruta… en fin, de todo un poco y un poco de todo.
Hemos dado vueltas y hemos fantaseado de nuevo sobre la casa, en Villarluengo estaría bien, etc, etc… Hemos visto un hermoso mirados, con un río abajo y un camino.
Y volvemos a a recoger a los “menores” que ya estaban listos para ir a comer a Olocau. La comida estaba bien, y hemos vuelto a casa, pero, al llegar a Tronchón el coche que llevaba Ángela desaparece, Carmela ya muy mosqueada dejó el coche y fuimos a buscarla.
Encontramos el coche, pero sin los ocupantes, como en las historias de OVNI, y pensamos ir por el pueblo… claro, los encontramos al fin…
¡Ángela, Pepi y Xavi en la Sala de Internet! Un lugar que hasta inspira ternura, una habitación pequeña, un improvisado banco para esperar, una mesa que parecía de maestro, dos sillones de alguna notaría arruinada, sillas de formica de colegial y seis o siete ordenadores, todos diferentes, pero nuevos, y webcam y scanner, impresora…
Carmela y yo los dejamos allí y nos fuimos paseando por el pueblo.
Ya en casa ella se fue con mi padre a pasear, Miguel se fue a Internet y yo me eché a dormitar en el sofá. Francisco estaba en la buhardilla durmiendo y Juan en su habitación.
Poco a poco fueron llegando y Pepi con Xavi se iban a la piscina, Carmela, Francisco y yo les acompañamos, descubrí la rana muerta y “el del coche” descubrió a mi Pepi encogida para entrar en la piscina.
Y ahora esperamos al de la casa para pagarle el resto del alquiler.
Aquí la Morenita de la Sierra desde Radio Tronchón para todos los radioescuchas del Maestrazgo.
Ayer por la noche, fenómenos extraños desconcertaron a la población, de la más profunda oscuridad aparecieron cuatro seres bípedos que avanzaban lentamente hacia el pueblo, proviniendo del camino de la Ermita de Tremedal. Según las declaraciones del único testigo, (un tal Dani de origen desconocido y mala vida inicial, aunque en la actualidad se haya redimido), las criaturas parecían amistosas, tenían cuatro grandes antenas móviles que modificaban su posición y al parecer su uso, pues la llevaban sobre la cabeza al desplazarse, o bajo el culo en situación de reposo.
Todo esto ocurrió durante una extraordinaria caida de estrellas que pudo ser observada desde toda la zona.
Estos sorprendentes hechos, aunque parecen ser verídicos por las pruebas celestes, pierden credibilidad tras el reconocimiento del testigo, pues ha dado posterior prueba de alcoholemia.
Familia de vacaciones, S. A. (por que admitimos nuevo miembro)
Grupo A: Mela, Francisco, Dedes
Y Juan a Villarluengo.
Grupo B: Yayo Miguel, Ángela y
Xavi de ganduleo por la
casa.
Grupo C: Miguel y Pepi alternan
Baños de sol y agua
Congelada en el estan-
que.
La rana Juana ha muerto, hemos comido en Olocau.
Por la tarde hacemos una lucha de moscas, Xavi sigue con Ángela haciendo videos y juegos, Ángela está mutando paulatinamente en mosquito por inoculación de ADN directamente a vena.
Vermut en el bar (lo vuelvo a ver)
Por la tarde, Internet gratis en el Telecentro y más piscina con la participación estelar del Gran Francisco, Carmela y Mercedes (asistente a la sección de lectura)
Francisco, Xavi y yo, al agua. (él me ve haciendo el pena por al escalera de la piscina, pero yo disimulo) Por la noche vamos al bar (bueno, al telecentro y ya voy alerta y guapa. Está otra vez, je, je, je. Mi reputación y autoestima se recuperan)
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