Domingo… y último día. ¡Salimos a las 7.00 en punto! Como había dicho Francisco, tomamos la carretera de Plasencia, desayunamos en un área de servicio a medito estrenar, con un viento que se llevaba hasta las ideas, desayunamos.
Hicimos un breve parada en el mirador a la salida del valle del Jerte, y continuamos hasta Ávila, allí paramos en las afueras de las murallas y todos p’arriba, hacia la plaza mayor, tomamos un refresco, se notaba a los autóctonos pues iba con chaquetas ligeras, no de verano como nosotros. Como es normal en vacaciones calles con obras. Después como era aún temprano nos fuimos hasta Segovia y como siempre pasa, el primer pensamiento es el mejor y como dijo Francisco nos debíamos haber quedado a comer en Ávila, pues en Segovia llegamos tarde. La ciudad es muy bonita, para recrearse en ella con tiempo, cada casa parece encerrar una historia, pero también tiendas de souvenirs ¡y todos los restaurantes llenos! Después de subir, bajar, cruzarnos, separarnos, Carmela y Pepi encontraron un restaurantes en la Plaza Mayor, antigua, de los que llaman con solera, La Taurina, con fotos de toreros cabezas de venado, sillas de estilo castellano… pero bueno, dejaron entrar a Dani y él se portó muy bien, parecía más una alfombra que un animal. Hicimos una breve visita al Alcázar, por fuera, en una lugar muy bonito, con grandes vistas… y nos fuimos, no sin antes dar mi hermana una vuelta a una rotonda al lado del acueducto para la foto, salió muy bien…
SAN ESTEBAN DE GORMAZ, AL ATERDECER.
Y hacia el pueblo de la amiga de la Ángela… Ahora me entero que se llama San Esteban de Gormaz.
Es un pueblo antiguo, con algunas casas hechas de adobe, con dos iglesias románicas, la más pequeña, de San Miguel, es muy bonita. Hemos paseado por el pueblo, Ángela ha hecho de cicerona y nos ha enseñado el rio donde se baña cuando viene… no sabía el nombre y es ¡el Duero!, ella decía que era sólo un rio… y es verdad.
Ya de noche no encontramos donde cenar y hemos ido a un bar… y unas fotos de toreros, si fuéramos aficionados no hubiéramos encontrado tantos. Ahora estamos en el hotel La Bomba, por otro nombre Ribera del Duero, más bonito. Es nuevo, han podido entrar a Dani a escondidas.
Se me olvidaba. Poco antes de llegar al pueblo a Xavi le ha picado una avispa, se metió en el coche, quisieron echarla, se enfadó y se puso detrás de Xavi y le pico en la espalda. El papa le puso barro y le alivió el escozor.
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