2 de agosto de 2006

Esta fue nuestra casa durante 15 días.


Esta mañana hemos desayunado en el porche, pan "sobao" y después, tras una visita, esta vez más corta, nos hemos ido todos a Álcantara, los X (los más jovenes) se han quedado buscando un cibercafé, y los XL (los menos jovenes) nos hemos ido a ver el Tajo, pasando por Herrera de Álcantara.
Después de curvas cuesta abajo, dejar otra carretera subvencionada por la Comunidad Europea y entrar en una no subvencionada, o sea mala, llegamos al Tajo. En una presa grande, con orilla arreglada para los pescadores, había unos cuantos, en la orilla española una casa a medio reconstruir, parecía un bar o algo parecido, y los restos de un embarcadero. Hemos descansado un rato, hacía calor y regreso.
Vamos entonces a Cedillo, por una carretera recta, con dehesas y toros y vallas a los lados. Tomamos un refresco en el pueblo, acababan de tener mercadillo, Francisco pregunta por el agua, pozas o algo parecido (estas vacaciones han sido todas de búsqueda, pozas, piscinas naturales, dolmenes... y hemos encontrado siempre lo que no buscabamos ese día).
Un hombre que tomaba un refresco a nuestro lado nos dice que hay un pantano de Iberdrola que une el Tajo con el Server, pero que sólo se ve desde la presa los domingos. Pero vamos de todas formas, se ve poco, la presa está cerrada, volvemos hasta Alcantara y nos juntamos todos para comer.

En Valencia dejó a los niños en un ciber y yo me voy a pasear. como empieza a hacer calor, me compro unas revistas y me voy a la terraza de un bar a leerlas. Me ponen un pincho de tortilla de patatas muuuy güeno acompañando el refresquito. Después compro cosas muuuy necesarias (nocilla, bimbo, cholate, leche condensada y eso) los voy a recoger al ciber, pago y nos vamos al parque las ranas a esperar al otro grupo comiendo nocilla y calipo.
Por la tarde nos fuimos Mercedes, Carmela y yo de excursión, pues el resto tenía una vagancia subida. Nos fuimos a Jola ( El pueblo con la carretera menos acorde con su tamaño) de avanzadilla, volvemos a ver a los obreros, (este era el pueblo que no recordaba su nombre), ya hasta amigos, y llegamos a Jola, "pintoresco", no había nadie, una calle sola, pequeño, al lado de un riachuelo de agua muy clara.
Al final del pueblo y de la calle nos encontramos uno del pueblo, un señor mayor, bajito, regordete, con sombrero de pana y un cubo lleno de tomates, le pregutnamos si había un rio por allí, se rie socarrón y nos dice "si... pa' regar mis huertos, má pallá si, pero..." nos mira los pies y se rie, le preguntamos si podemos pasar y dice que hay un camino, donde están sus gallina...
Así que volvemos y pasamos a Alcorneo, es un cruce de caminos, literalmente, allí debe dar la vuelta el autobús de línea, tomamos un refresco en el bar de la pintora local Merche...
Por la tarde piscina y por la noche nos fuimos a tomar algo a Aceña... andando, Pepi, Francisco, Carmela, mi padre y yo. Había media luna y el camino se veía hasta neustra sombra, Dani, pobrecito, se asustaba de su sombra. Tomamos cafe fuera y Francisco tuvo que explicar lo que era un cortado con leche. Volvemos a nuestra casa con un coro de perros despidiendonos de Aceña. Y a dormir.